12 de Marzo del 2010

Casi Primavera


Con cada nueva investigación y trabajo que se hace y se deja a los niños como a los padres de familia, me encuentro con algo interesante por relatar. En esta sesión se trabajaría el fenómeno de la rotación y la traslación de la tierra como una forma de que entendieran el día y la noche y el cambio de estación, próximamente la primavera.

Cuando pasaban a explicar lo que habían investigado,  lo decían tal y como sus padres los había ayudado, pero cuando empezábamos con el interrogatorio o les preguntaba como se imaginaban que pasábamos del día a la noche, no podían relacionar lo que hablábamos en ese momento, los que respondían eran casi siempre América, Rodrigo, Rubi, Luis Eduardo,  Leonardo Enciso, como respuestas tuve que la tierra y el sol estaban juntos y se movían.... o que se hacia de noche para que pudiéramos dormir, uno dijo que no tenia que ver la tierra con el sol, aunque si se movía, creo que deberíamos haber ahondado mas en el tema y en las preguntas, pero hubo varios impedimentos, entraban y salían varias personas, maestras entre otras, con esto y no es una excusa hacia que se perdiera la atención. Al final Rodrigo se enojo porque no lo deje pasar a exponer su trabajo, yo le dije que él había pasado el día anterior y debía darle oportunidad a sus compañeros de hacerlo también.


Una conclusión a la que e llegado sobre el dejar que los niños lleven animales a la clase, seria que hay que buscar la forma de profundizar el análisis de la observación de dicho animal, seria bueno dejar que los niños hicieran sus suposiciones y expresaran lo que saben antes de dejar que el niño que lo llevo explique todo de el.... Esto me lo hizo saber la Maestra Jovita, quien me comento que seria bueno llevar una tabla de observación en la que los niños registraran sus descubrimientos de los animales en cuestión. Ahora solo me queda implementarlo, buscando la forma de recuperar ese conocimiento.


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CANCIÓN


No tardes, Muerte, que muero;
ven, porque viva contigo;
quiéreme, pues que te quiero,
que con tu venida espero
no tener guerra conmigo.

Remedio de alegre vida
no lo hay por ningún medio,
porque mi grave herida
es de tal parte venida,
que eres tú sola remedio.
Ven aquí, pues, ya que muero;
búscame, pues que te sigo
quiéreme, pues que te quiero,
e con tu venida espero
no tener vida conmigo.

JORGE MARIQUE

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